domingo, 20 de noviembre de 2011

Un mundo imaginario

 La primera vez que visite Granada fue en plena infancia y quede deslumbrada por la magia, la belleza y el colorido que reinaba en la Alhambra, el Generalife, el palacio de Carlos V y la Catedral.

 En mi segunda visita a esta ciudad me sorprendió el paraje de Sierra Nevada, el blanco de la sierra granadina contrastaba con el azul de cielo, un azul más intenso que en cualquier lugar que yo hubiese visto, pero la nieve bajo mis pies me provoca inseguridad así que al cabo de un buen rato me encontraba una vez mas en la Alhambra.

 Hace tres años volví a la ciudad nazarí que seguía sorprendente y como no podía ser de otra manera hace dos semanas volvió a sorprenderme con la vida y obra de un de un pintor, M.C. Escher, que visito por primera vez Granada hace setenta y cinco años, su visita a esta ciudad también lo dejo impresionado ante la variedad de formas y colores, la geometría de relieves cerámicos, los ritmos de las yeserías y azulejos policromáticos de los palacios nazarís, fuente de inspiración para sus obras futuras de geometrización en el plano.


 Metamorfosis II , la obra que mas me gustó de Escher, un pintor del que yo nunca antes había oído hablar. Rompe con lo tradicional, no trasmite sentimientos, ni mensajes, hace de sus obras juegos visuales utilizando el blanco y el negro, la simetría y el infinito, no son obras frías en absoluto, son obras que me gustan porque juegan con nuestra imaginación y nos llevan a un universo diferente, al mundo de los sueños donde todo es posible.          


 Una obra marcada por el entusiasmo por las matemáticas, la arquitectura  y la perspectiva. (Que se puede contemplar en el Palacio de Carlos V y el Parque de las Ciencias de Granada hasta el ocho de Enero del 2012).