domingo, 25 de marzo de 2012

Así es Fuensanta

  Mi pueblo está rodeado por sierras y olivos, bañado por el río de la Virgen, donde se respira aire puro y tranquilidad, un pueblo lleno de belleza, artistas, tradiciones y leyendas, situado en la sierra sur de Jaén.  

 Diego de Villalta, en 1582 (s. XVI) en un manustrito a Felipe II describe  como era Fuensanta cuando solo era una ermita del término de Martos, de la siguiente manera:... se encuentra en un entorno amenísimo y deleitoso...a...rrimada a unos peñascos grandísimos, y a sus espaldas, detrás del altar, sale de la viva peña [...] una fuente [...] Esta ermita era la ermita de Santa María destruida mas tarde por una riada.
 Esa peña o peñascos grandisimos de la que habla el manustrito es en la actualidad el monte Calvario.











 Lo mas característico del pueblo es la Fuente la Negra situada a los pies del monte Calvario, un manantial que abastece al pueblo, en su interior está la figura de la Virgen, en torno a ella hay varias leyendas, una de ellas cuenta que recibe este nombre , "la Negra", en honor a una sirviente negra que daba agua de la fuente a los lugareños, ya que ellos no podían acercarse al manantial pues pertenecía a unos nobles que eran ruines y tacaños. Otra leyenda cuenta que a un pastor cordobes se le apareció la Virgen rodeada de un gran resplandor, cuando pasaba cerca del lugar y le pidió que se hiciera una ermita y así se hizo, la ermita es ahora una bonita iglesia renacentista.

                              
                                        
 El arte en Fuensanta viene de la mano de los brillantes hermanos Portillo Manuel. Pedro y Miguel, estos dos últimos son profesores de pintura y los tres han recibido numerosos premios relacionados con el arte, la literatura...

  Por lo que más se nos conoce a los fuensanteños es por la representación en vivo de la última cena hasta la crucifixión de Jesucristo conocida como "Los Pasos", una tradición que se remonta al año 1975, el vídeo que viene a continuación habla de los comienzos hasta nuestros días, comentado por un vecino, Marcial, muy conocido y apreciado por todos.
                                                                  
         

 Ver esta representación es emocionante pero participar en ella es mucho más, desde dentro se ve realmente el entusiasmo y ganas de trabajar para que todo salga bien, cada uno metido dentro de su papel. Los participantes se convierten en verdaderos actores y tan importante es cada personaje como imprescindible, desde Jesucristo hasta el mas pequeño de los judios se deja la piel para que el espectáculo continue.



  Un verdadero espectáculo de luces y sonido, que hace que a  todos los reunidos ante el monte Calvario les afloren los sentimientos, se les empañen los ojos y se les encoja el corazón disfrutando cada minuto de esta maravillosa historia, la vida y muerte  de Jesús de Nazaret.



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